EL TEMPLO DE JERUSALÉN
INDICE
1.Introducción.
2.Capítulo 1.
3. Capítulo 2.
4. Capítulo 3.
5. Capítulo 4
6. Conclusión.
7. Bibliografía.
INTRODUCCIÓN
Cuando David tomó Jerusalén, se estableció en la fortaleza y realizó diversas construcciones, a la vez que la constituyó capital del reino. Además, con el traslado del Arca de la Alianza, que era el signo de la presencia de Dios entre su pueblo, y la decisión de edificar en honor del Señor un templo que le sirviera de morada la convirtió en el centro religioso de Israel. Según las fuentes bíblicas, su hijo Salomón empezó las obras del Templo en el en el cuarto año de su reinado, y lo consagró en el undécimo, es decir, hacia el 960 a.C. Aunque no es posible llegar a las evidencias en esa zona, su edificación y su esplendor están descritos con detalles en la Sagrada Escritura.
El Templo era el lugar del encuentro con Dios mediante la oración y, principalmente, los sacrificios; era el símbolo de la protección divina sobre su pueblo, de la presencia del Señor siempre dispuesto a escuchar las peticiones y a socorrer a quienes acudieran a Él en las necesidades, Así queda manifiesto en las palabras que Dios dirigió a Salomón. La historia de los siguientes siglos muestra hasta qué punto se cumplieron estas palabras. Tras la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos: el de Israel al norte, con capital en Samaría.
CAPITULO 1
JERUSALEN
Cumplido el tiempo de la purificación de la Madre según la Ley de Moisés, es preciso ir con el Niño a Jerusalén para presentarle al Señor" 1
Para un cristiano, la Ciudad Santa reúnele los mejores recuerdos del paso por la tierra de nuestro Salvador, ya q fue en Jerusalén donde Jesús murió y resucitó entre los muertos.``
CAPITULO 2
EL TEMPLO DE JERUSALEN
El Templo era el lugar del encuentro con Dios mediante la oración y, principalmente, los sacrificios; era el símbolo de la protección divina sobre su pueblo, de la presencia del Señor siempre dispuesto a escuchar las peticiones y a socorrer a quienes acudieran a Él en las necesidades, Así queda manifiesto en las palabras que Dios dirigió a Salomón:
"He escuchado oración y he elegido este lugar como Templo para mis sacrificios. Desde ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la plegaria hecha en este lugar. Pues ahora q he elegido y he santificado este Templo para q permanezca mi nombre en él eternamente, y mis ojos y mi corazón estarán siempre ahí. Si tu caminas en mi presencia como caminó tu padre David, cumpliendo todo lo q te he mandado y guardando mis normas y is decretos, Yo consolidaré el trono de tu realiza como establecí con tu padre David: "No te faltará un descendiente como soberano de Israel". Pero si vosotros me abandonáis y no respetáis mis decretos y mis mandatos como os he propuesto, sino me seguís y dais culto a otros dioses, y os postréis ante ellos, Yo os arrancaré de la tierra q os he dado, apartarme de mi vista el Templo q he consagrado a mi nombre y haré de vosotros motivo de burla y de fábula entre todos los pueblos. Este Templo q era tan excelso a los ojos de los q usaban ante él se convertirá en ruinas."2
La historia de los siguientes siglos muestra hasta qué punto se cumplieron estas palabras. Tras la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos: el de Israel al norte, con capital en Samaría, que fue conquistado por los asirios en el año 722 a. C.;y el de Judá al sur, con capital en Jerusalén, que fue sometido a vasallaje por Nabucodonosor en el 597. Su ejército arrasó finalmente la ciudad, incluido el Templo, en el año 587, y deportó la mayor parte de la población a Babilonia.
Antes de esta destrucción de Jerusalén, no faltaron los profetas enviados por Dios que denunciaban el culto formalista y la idolatría, y urgían a una profunda conversión interior; también después recordaron que Dios había condicionado su presencia en el Templo a la felicidad a la Alianza, y exhortaron a mantener la esperanza en una restauración definitiva. De este modo, fue creciendo la convicción inspirada por Dios de que la salvación llegaría por la fidelidad de un siervo del Señor que obedientemente tomaría sobre sí los pecados del pueblo. Ciro rey de Presia, conquistó Babilonia dio la libertad para que regresaran a Jerusalén. La situación cambio en el año 200, con la conquista de Jerusalén por parte de los Seleucidas. Sus intentos de imponer la helenización al pueblo judío, que culminaron con la profanación del Templo en el 175, provocaron un levantamiento.
El segundo Templo fue completado por Zorobabel en el 515 a.C. Durante el reinado del presa DarioI y seguidamente consagrado por el sumo sacerdote Josué. Se convirtió en el edificio más importante de la ciudad de Jerusalén y de Judea, hasta el punto que algunos autores denominaron a esta última un templo. Lugar de depósito de grandes tesoros, los reyes seleúcidas a quienes Judea estaba sometida, intentaron saquearlo. En el reinado de Antíquelo Epífanes fue profanado convirtiéndose en un templo helenístico posiblemente consagrado al Dios Zeus. Tras la revuelta macabea, fue purificado y vuelto a consagrar al culto de Yahveh por Judas macabeo en 165 a.C. A finales del siglo I a.C, fue ampliado y reconstruido por el rey Herodes, convirtiéndose en el punto focal del judaísmo.
CAPÍTULO 3
LA PRESENTACIÓN
Santa María y san Jose habrían peregrinado a Jerusalén en su niñez, y por tanto ya conocerían el Templo cuando, cumplidos los días de su purificación, fueron con Jesús para presentarlo al Señor. Eran necesarias varias horas para cubrir a pie o a lomos de cabalgadura los diez kilómetros q separan Belén de la ciudad Santa. Quizás tendrían impaciencia por cumplir una prescripción de la q pocos sospechaban su verdadero alcance. La presentación de Jesus en el Templo lo muestra como el primogénito q pertenece al Señor. 3 Con el fin de recordar la liberación de Egipto, la ley de Moises ordenaba la consagración a Dios del primer hijo varón4. Sus padres debían rescatarlo mediante una ofrenda, q consistía en una cantidad de plata equivalente al jornal de veinte días. La ley también determinaba la purificación legal de las madres después de haber dado a luz 5. María Inmaculada, Siempre Virgen, quiso someterse con naturalidad a este precepto, aunque de hecho no estaba obligada.
CAPITULO 4COMO ERA EL TEMPLO DE JERUSALEN
La ruta hasta Jerusalem sigue en ligero descenso la ondulación de las colinas. Cuando ya estaban cerca, desde algún recodo verian perfilado el monte del Templo en el horizonte.
El camino desde Belén iba a parar a la puerta de Jaffa, varias callejuelas llevaban en line arrebata hasta el Templo. Los peregrinos entraban por el sur.
Alrededor de los muros había tiendas donde San José y la Virgen podían comprar la ofrenda por la purificación prescrita a los pobres: un par de tórtolas o dos pichones.
Subiendo por una escalinata y cruzando la Doble Puerta, se accedía al atrio de los gentiles, pero San José y la Virgen no se detuvieron allí, sino q entraron al templo por la entrada del lado oriental. Fue allí probablemente donde Simeón se les acercó. Había ido allí movido por el Espíritu, seguro de q aquél día vería a El Salvador y lo buscaba entre la multitud.
CONCLUSIÓN
Años más tarde los judios fueron expulsados de Jerusalén bajo pena de muerte, el emperador Adriano levantó sobre las ruinas del templo estatuas de Júpiter y del mismo emperador.
En el siglo IV, cuando Jerusalén se convirtió rtio en ciudad cristiana se construyeron numerosas Iglesias y basílicas en los Lugares Santos, aunque el monte del Templo, quedo abandonado, solo se permitió el acceso a los judios un día al año para rezar a los pies del muro occidental, al q a día de hoy se le conoce como muro de las Lamentaciones.
BIBLIOGRAFÍA
1. San Josemaría, Santo Rosario, IV Misterio Gozoso.
2. 2 Cro 7, 12-21. Cfr. 1 Re 9, 1-9
3. Catecismo De la Iglesia Católica n. 529
4. Cfr Ex 13, 1-2 y 11-16.
5. Cfr. Lv 12, 2-8.
Hecho por Paula Salvadores Guinea.
Paula: faltan los elementos del templo y que estén claras las fuentes judías. El mapa no corresponde.
ResponderEliminarUtilizas abreviaturas